El mundo es mejor con Jonas Kaufmann.
No tengo más palabras para comentar su concierto del Winterreise de Schubert.
Sin respiración.
Romanticismo bien entendido, introspectivo, de caminante melancólico, microcósmico ante el universo. Puro romanticismo alemán convertido en texto, en música, en voz. En su voz.
En la contención.
También en la de mi respiración.
Sí, el mundo es mejor con Jonas Kaufmann.
Mucho mejor.
Aquí estoy yo ante el cartel del Liceo, en el que además de su foto, se dice que las entradas están agotadas.