Placa que recuerda el lugar donde nació Antonio Machado, en un hermoso rincón de Sevilla.
Si don Antonio Machado levantara la cabeza, yo creo que la volvería a enterrar. Durante años pensé que era una pena que ningún gobierno se hubiera molestado en traer sus restos al país que lo vio nacer. Desde que estuve en Collioure, pienso que está mucho mejor donde está. Es un cementerio precioso en un pueblo precioso, y allí está enterito. Aquí, seguro que lo habrían troceado para tener cada lugar su reliquia: un brazo aquí, otro allá, la cabeza acullá. O sea, en Sevilla, en Madrid, en Soria, en Barcelona, en Baeza...
El caso es que si, como el dicho dice aunque diga mal, don Antonio "levantara la cabeza" vería un mundo que no le gustaría nada. No voy yo aquí a hablar del mundo en general, porque no tengo ni tiempo ni ganas ni capacidad.
Voy a hacer, eso sí, un breve comentario, porque no puedo resistirlo, ni me da la gana resistirme, sobre algunos usos del lenguaje en nuestros medios de comunicación, públicos y privados.
Por supuesto, no es obligatorio que todo el mundo sepa hablar, más o menos correctamente. Pero sí es obligatorio que los que están de cara al público lo hagan más o menos bien.
O sea, periodistas, locutores, guionistas, etcétera.
Voy a comentar solamente unos pocos ejemplos de mal uso de la lengua española, o castellana. Adjetivos que, según la Real Academia, pueden usarse para calificarla.
- Confieso que de vez en cuando veo una serie nacional de nombre "Amar es para siempre", antes no se llamaba así, sino "Amar en tiempos revueltos". El título nuevo se las trae, pero no voy a comentarlo. Cuando lo veo, me entran ganas de ofrecerme de ayudante de los guionistas. O de asesora lingüística, si hubiera tal empleo. Se me ponen los pelos como escarpias (ya perdonarán la expresión), cuando en el Madrid de los años 50 y principios de los 60, se les hace decir a los personajes expresiones como: "sé que no es políticamente correcto", o "pertenece a una familia desestructurada" . ¡Pardiez!, que esas expresiones son mucho más modernas, actuales incluso, y nadie las decía en la época en la que se ambienta la serie!
- Confieso que nunca he visto la serie nacional "Águila roja", aunque también confieso que lo he intentado un par de veces, pero sin éxito. No puedo. Ayer recibí en casa la visita de dos de mis más queridas amigas, y una de ellas nos contó algo que todavía mantiene mis vestiduras rasgadas. Al parecer, y repito, lo escribo de oídas, en uno de los capítulos de dicha serie, un personaje colocó un mensaje en una puerta o pared. Un mensaje que contenía la expresión "cagando leches", para referirse a hacer algo con mucha premura. Expresión que tampoco existía en la época en que se ambienta la serie. Como tampoco había escuelas para el pueblo llano, en las que se juntaran niños con niñas, y el profesor utilizara una pizarra, etcétera, etcétera... Evito decir lo que pienso al respecto porque podría ser "políticamente incorrecto".
- Confieso que leo las palabras con que las emisoras anuncian lo que van a emitir pocos minutos después. Todas escriben eso de: "En unos momentos, entrevistaremos a..." o "El siguiente reportaje nos desvelará la incógnita, en unos momentos". Expresión que no es sino un calco del inglés, o sea, un anglicismo evitable. Y que les encanta a guionistas y presentadores no se por qué: tal vez porque aquel día no estuvieron en clase de Lengua, o porque han leído demasiado poco.
- Como decir, por ejemplo, "un anglicismo a evitar". Esa construcción de "a+infinitivo" con significado de obligación o necesidad, es un galicismo que debe ser evitado. Se trata de otra expresión que llena nuestros medios de comunicación por la misma razón que en el caso anterior.
- De igual modo: "en base a ", otro anglicismo, como "a nivel de", etcétera, expresiones que deben evitarse en lengua castellana, o española.
Pues hoy en día con mucha dificultad. Porque quien lo dice o escribe no es consciente de que lo está haciendo mal. Y así lo traslada a sus lectores, o escuchantes, o espectadores.
Lo que hace falta es que todo el mundo lea más. Y lea a los que saben, o supieron, escribir bien.
Que hay, y hubo, muchos.
Como don Antonio Machado.
Podría escribir mucho más sobre este asunto, pero creo que ya se han hecho una idea de mi pensamiento sobre estos menesteres.